El cuidado de los dientes de los caballos, aún no está generalizado en todos los estratos del mundo ecuestre. A menudo nos preguntamos ¿porqué no engorda mi caballo? y la respuesta, en muchas ocasiones, está en la falta de un chequeo dental.
Es importante saber que el tratamiento dental de un caballo no solo influye en el aprovechamiento de nutrientes y la consecuente mejora de su condición corporal. Además, tiene efectos directos sobre su bienestar diario porque, evita la formación de heridas en el interior de la boca y elimina el dolor que pudiera producir un bocado en la zona donde se aloja, si allí existiera un “diente de lobo”.
El propósito de este artículo es concientizar a propietarios de caballos, sobre la importancia que representa esta actividad. Vamos a explicar cómo y porqué se debe realizar el mantenimiento de la dentadura de caballo. Utilizaremos un lenguaje coloquial y seguramente faltará algún detalle técnico. Lo importante es llegar de una manera fácil y comprensible, no solo a especialistas en el tema, sino a toda la comunidad ecuestre de habla hispana.
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Diagnóstico
Para emitir un diagnóstico acertado, el especialista tiene un buen conocimiento práctico de las fórmulas dentarias (cantidad y tipo de dientes), la estructura de los dientes y el tiempo de erupción normal de estos.
Dentadura de caballo: Cuántos dientes tiene un caballo
Para nuestro conocimiento como propietarios y en términos generales podemos decir que los caballos tienen 36 dientes: 12 incisivos, 12 premolares y 12 molares. Generalmente los machos y algunas yeguas (de forma rudimentaria) tienen adicionalmente 4 caninos (colmillos). En algunos equinos también se puede encontrar 4 pequeños premolares llamados dientes de lobo. Es decir que en total podríamos encontrar entre 36 y 44 dientes.
Los incisivos sirven para la aprehensión y corte de alimentos, los caninos en caso de defensa o ataque y los premolares y molares para triturar lo ingerido.
Los caballos tienen dos juegos dentales: los temporales o de leche (que solo incluyen incisivos y premolares) y los dientes permanentes.
El examen inicial del especialista comienza con la revisión de los incisivos identificando anormalidades de la mordida y la existencia o no de dientes de leche. Luego se escucha los ruidos de oclusión que se forman durante el movimiento y roce de la mandíbula y el maxilar.
Posteriormente se palpan las mejillas para detectar la presencia de bordes afilados en las caras bucales de los dientes de los caballos.
Se continúa con el chequeo interior para notar la presencia de dientes de lobo, si hay o no irritación local, y la existencia de bordes afilados.
Por último, el examen clínico de la cavidad oral no debe basarse solo en la observación, sino también en la percusión (de senos nasales y paranasales) y en ayudas diagnósticas que permitan el hallazgo de problemas dentales que no son visibles, como el uso de radiografías.
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Limado de dientes de los caballos
En estado salvaje, la dentadura de un caballo crece permanentemente y se va desgastando con el roce normal por trituración de los alimentos. En nuestros caballos domésticos las condiciones y tipo de alimentación varía, por lo que este desgaste de forma asimétrica puede producir bordes afilados que deben ser limados porque lastiman el interior de la boca. Esto trae como consecuencia dificultades en la masticación y comprometen la digestión del animal.
Para el procedimiento de limado se utiliza equipo especializado como el “abrebocas”, lima mecánica o automática, linterna, etc. Se aplica previamente un tranquilizante en la mayoría de los casos ya que, como todos sabemos, el caballo es un animal muy nervioso por naturaleza.
Extracción de dientes de lobo
Los llamados dientes de lobo, que no aparecen en todos los equinos, suelen dar problemas en el uso del bocado. Son unos pequeños premolares vestigiales es decir que carecen de función, por lo tanto su extracción no tiene ningún efecto sobre la masticación.
Recomendaciones
Como en todo lo relacionado a la salud, las acciones de prevención son muy importantes. Lo aconsejable es un chequeo dental al menos una vez al año, o cuando exista algún indicio de malestar en la dentadura.
La mayoría de animales no muestran ningún signo obvio. Sin embargo en ocasiones se puede reconocer un problema dental a través de las siguientes señales:
- Demorar mucho la ingestión de su alimento.
- Dejar alimento parcialmente masticado o no comer su ración diaria.
- Restos de alimentos mal digeridos en las heces.
- Meneo de la cabeza en la monta o rechazo al bocado.
- Halitosis (pestilencia en el aliento).
- Inflamación facial o asimetría de esta.
- Pérdida de peso y mala condición corporal.
Asegúrate que la persona que ofrece los servicios de odontología equina sea un experto en el cuidado dental del caballo. No es imprescindible que sea un veterinario, pero si debe ser un técnico titulado. Esto garantizará un buen efecto en la salud de nuestros caballos y por lo tanto la prolongación de su vida en las mejores condiciones.
Referencias bibliográficas:
- Colin Vogel (2004). “La salud del caballo”
- T. y M. Pavord (2004). “Veterinaria equina”
- Jo Bird (2004). “Cuidado natural del caballo”
- https://revistas.lasalle.edu.co/index.php/mv/article/download/565/485/
