Saber qué comen los caballos y cómo se alimentan, es muy importante para quien tiene un caballo bajo su protección.
Los caballos domésticos dependen totalmente de nuestro cuidado, por tanto si nuestro caballo no logra mantener su peso apropiado ni goza de buena salud, es porque no hemos sabido realizar las acciones pertinentes para que esto ocurra.
Si deseas ampliar tus conocimientos sobre la alimentación de los caballos, continúa leyendo, de seguro aquí encontrarás información útil para mantener el peso ideal de tu caballo.
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Toggle¿Cómo se alimenta el caballo?
El caballo es un animal herbívoro que, de forma natural, se alimenta mientras camina. Esto favorece la absorción de nutrientes.
El circuito digestivo de un caballo adulto mide aproximadamente 30 mts de largo (esófago 1mt, estómago 25 cm, intestino delgado 21 mt, intestino grueso 8 mt), y se encuentra enrollado dentro del cuerpo.
El estómago es relativamente pequeño (como un balón de rugby), y el paso de la comida a través de todo el sistema digestivo es muy rápido (30 cm por minuto).
Estas características hacen que el caballo deba comer poco y a menudo. Puede pasar alimentándose 14-16 horas del día, y entre comida y comida no pasan más de 2 horas.
Los alimentos son asimilados para satisfacer las necesidades nutritivas y energéticas del caballo.
Los restos de alimentos inaprovechables pasan al recto y son evacuados del cuerpo.
Todo el proceso digestivo dura entre 2 y 4 horas.
¿Qué come un caballo?: Los mejores alimentos
Todos los caballos necesitan una dieta equilibrada a base de agua, fibra, proteínas, grasas, almidón, azúcar, vitaminas y minerales para el buen funcionamiento de todos los sistemas vitales del cuerpo, así como reponer y reparar los tejidos, mantener la temperatura corporal y suministrar suficiente energía a los circuitos vitales como la circulación sanguínea, la digestión y el constante movimiento de las extremidades.
Estos elementos se encuentran, en diferentes proporciones, en los alimentos que puede consumir un caballo.
A continuación vamos a describir cada uno de ellos.
El agua
Es importante que los caballos siempre tengan agua a discreción.
El agua es esencial para la digestión porque disuelve y transporta los nutrientes para que puedan ser absorbidos.
La cantidad de consumo de agua va a depender si el caballo permanece estabulado o en potrero, si está en trabajo o descanso, si es robusto o delgado. También dependerá del clima, por ejemplo si es época de lluvias el pasto estará muy húmedo por lo que el caballo obtendrá de allí una buena parte del agua que necesita.
En general podríamos decir que un caballo adulto consume entre 20 y 30 lts de agua pura cada día. Si es una yegua amamantando o un caballo que por naturaleza suda mucho podría requerir aún más.
Una forma adecuada para suministrar el agua es a través de bebederos automáticos sean individuales o de uso múltiple. Estos mantendrán el agua fresca y permanente todo el día. No obstante, si deseas controlar la cantidad de líquido que ingiere tu caballo puedes hacerlo usando recipientes con medida.
Recuerda también que el suministro de agua es tan importante para la vida de un caballo ya que un caballo deshidratado en un factor del 20% podría morir.
El pasto que comen los caballos
El sistema gastrointestinal del caballo está diseñado para digerir principalmente forraje. La dieta más natural y provechosa es a base de pasto, mejorada con algunas vitaminas y minerales de los que pueda carecer. Además los caballos tienen una necesidad psicológica de mascar y la fibra les ayuda a satisfacer este instinto.
Los caballos pueden comer hierba unos 3 kg por hora. Si pastan alrededor de 16 horas diarias, quiere decir que podrían ingerir hasta 48 kg en un solo día.
Con esa alta capacidad de consumo, los caballos que pasan “libres” en el campo, necesitarán al menos 1/2 hectárea por caballo. Sin embargo un sistema controlado en base a paddocks (parcelas pequeñas) y la rotación periódica a través de estos, recupera oportunamente el pasto y permite duplicar o incluso triplicar el rendimiento del área disponible. Desde luego, va a influir el tipo de suelo, tipo de forraje, método de abono y el tratamiento que se de a los excrementos.
A medida que la hierba crece va ganando fibra pero perdiendo nivel nutritivo, por lo tanto será más aprovechable cuando su crecimiento sea medio.
Personalmente, con la ayuda de una cerca eléctrica, sus postes y la cinta conductora, divido el campo en 4 paddocks y roto los caballos cada 15 días. De esta manera cada potrero tiene 45 días para recuperarse. (Si en tu país hay épocas muy secas o frías y el pasto escasea, habría que suplir con heno el faltante de hierba).
Será mucho mejor si en cada paddock existen diferentes especies de hierbas, además de árboles de donde los caballos puedan tomar hojas o vegetación para enriquecer su dieta.
Cuidado con el exceso de nutrientes
Con los caballos puede ser más perjudicial el exceso de nutrientes que la falta de ellos.
Es mejor que un caballo paste permanentemente en un prado de poca calidad, que un par de horas en un pasto con altísima calidad de nutrientes.
Puede ser dañino para un caballo que pase largos períodos de no comer hierba fresca, ingresar a un prado exuberante y nutritivo, de manera brusca, sin una adaptación previa.
Se debe tener cuidado con la fertilización química de pastos para caballos. Lo mejor es consultar a un agrónomo especialista antes de tomar una decisión que pueda tener graves consecuencias para los equinos, en especial para los susceptibles a la laminitis.
Además el especialista deberá diferenciar un campo para vacas de un campo para caballos. Los requerimientos nutritivos no son iguales.
El heno para caballos
El heno es el hierba deshidratada que comen los caballos cuando no tienen acceso a pastar en el campo.
La hierba cortada necesita un par de días para secarse y empacarse, pero si se pasa este tiempo, el sol blanqueará el heno y reducirá demasiado su contenido vitamínico.
Por otra parte, si la lluvia humedece el heno recién cortado, este se hechará a perder.
El heno puede suministrarse colgado de un soporte metálico para heno, una red o en el campo repartido en pequeños montones.
La ventaja de dar en red es que el heno es consumido más lentamente y el animal tiene que ejercitar sus músculos faciales y de paso se distrae. La desventaja es la altura a la que debe colocarse la red, que no será tan baja como para mantener una posición más natural por parte del caballo.
Al igual que el pasto, el heno es más provechoso para el caballo si tiene una mezcla de hierbas.
Los henos de hierbas como el romero, la hierba de prado y el ballico, tienen un alto contenido de fibra pero poco calcio y proteínas. Mientras que los henos a base de legumbres como la alfalfa, el trifolio y el trébol, aportan niveles más altos de proteínas, calcio y vitamina A.
La alfalfa es un forraje muy valorado por su alto contenido en proteinas, vitaminas, minerales y fibra digerible. No obstante, es preferible que la alfalfa no sea la única fuente de forraje porque podría ser demasiada cantidad de nutrientes, que como lo hemos explicado anteriormente, terminarían por afectar al animal.
Los cereales
El esfuerzo al que sometemos a nuestros caballos domésticos y la forma en que los criamos, hace que requieran mayor cantidad y tipo de nutrientes de lo que puede ofrecer el pasto y/o el heno. Y eso no solamente cuando son adultos en trabajo, sino en el caso de yeguas en período de lactancia y potros en su etapa de crecimiento.
La avena es un cereal que se ha utilizado mucho en la alimentación del caballo, gracias a su mayor contenido de fibra y aceite que la cebada. Debe estar molida, pelada o en remojo para facilitar la digestión del interior del grano.
La cebada es un cereal que se puede cocer y después liberarse de la cáscara del grano para favorecer su asimilación.
El maíz puede suministrarse entero, pero resulta más digerible aplastado o laminado en forma de copos. Tiene un alto índice de energía y menor en proteína. El suministro no debería ser mayor por su alto contenido de almidón.
La remolacha forrajera es un derivado de la manufactura del azúcar. Contiene altos niveles de proteína, energía y calcio.
El salvado no es otra cosa que la cáscara del grano de trigo y puede usarse como complemento de la dieta del caballo especialmente por su alto contenido de fibra. Desde hace años ha sido utilizado para prevenir cólicos e incluso tratarlos.
El pienso que comen los caballos
La industria alimenticia de animales ha desarrollado una serie de productos para complementar la dieta de nuestros caballos.
Vienen micronizados: extruidos o comprimidos en barritas.
Son alimentos balanceados en cuanto a proteína, energía y fibra. Se ofrecen para diversos estados y actividad del animal (Por ejemplo: potros en crecimiento, yeguas lactantes, caballos en mantenimiento y caballos en competencia).
Muchas marcas incluyen también minerales, vitaminas y aminoácidos para suplementar el alimento.
Es aconsejable consumir piensos de calidad garantizada , y para estar más seguros, realizar pruebas de laboratorio para constatar las propiedades ofrecidas.
Para definir la cantidad de pienso a dar al equino, se deben considerar, no solo la actividad del animal, sino también la cantidad y calidad de forraje que se esté suministrando.
La cantidad al día (incluido heno + pienso) a suministrarse es 2,5 % del peso corporal del equino.
Por ejemplo para un caballo de 500 Kg, la cantidad de alimento al día será de 12,50 Kg.
Si este caballo está en trabajo moderado, el heno será: mínimo 8,75 Kg (70%), y el pienso: máximo 3,75 (30%).
En cada ración, el pienso no debería pasar de 0,5 % del peso corporal del equino, por lo tanto podría distribuirse en 2 tomas de aprox. 1,9 kg cada una.
Nota: Cuando el caballo está estabulado se puede tener un control de la cantidad y peso del heno a suministrar, pero si está en el campo, el caballo consumirá la cantidad de pasto que necesite. Por la cantidad de agua que posee, el peso de este pasto va a ser mucho mayor que el forraje henificado (aproximadamente 3 veces más).
Sal mineralizada y vitaminas
Los caballos que viven en el campo y los que permanecen estabulados deben tener acceso a minerales en bloques de sal mineralizada o en polvo, para equilibrar posibles carencias.
Si el pasto es pobre en minerales y/o tiene exceso de oxalatos, es aún más importante asegurar el consumo de minerales. Para esto hay quienes mezclan la sal mineralizada con el pienso. En lo personal, me ha dado muy buen resultado suministrar sal mineralizada (sin mezclarla con ningún sobrealimento) en “saleros” especiales para este efecto.
En cuanto a las vitaminas podemos decir que las más importantes y utilizadas en caballos son las vitaminas A,D,E y B. Existen muchas marcas que las ofrecen para ser aplicadas por vía oral o inyectable.
No todos los caballos requieren obligatoriamente el suministro de vitaminas. Esto depende del tipo de alimentación, la condición corporal y el estado de tu caballo (mantenimiento, trabajo, reproducción, lactancia, crecimiento, enfermedad). Lo mejor es que consultes a tu veterinario para establecer un plan específico de vitaminización para tu caballo, de acuerdo a su condición.
Los aceites
En la búsqueda de proporcionar mayor cantidad de energía sin necesidad de incrementar la cantidad de alimento, en los últimos años, se ha puesto de moda el uso de aceites refinados de plantas y cereales como la soya, el maíz, el girasol y la linaza.
Una situación polémica ha generado el uso del aceite de bacalao, por no ser de origen vegetal. Sin embargo este ha sido utilizado en la dieta equina, especialmente en caballos de competencia, obteniéndose muy buenos resultados.
Estos aceites son una excelente fuente de energía de liberación lenta. Resultan ideales para hacer engordar al caballo y ganar en resistencia.
Además actúan como lubricante natural de las articulaciones y mejoran el aspecto de piel, pelaje y cascos.
Es común añadir a la ración una cucharada sopera de aceite, pero se debe tener cuidado porque esta dieta requiere un aumento de antioxidantes (consulta a tu veterinario).
Golosinas o dulces para enriquecer la dieta
Algunos alimentos que comen los caballos son una golosina y resultan un aporte de fibra, vitaminas y minerales.
Entre las más comunes están: zanahoria, nabos, chirivías, manzanas, mazorcas de maíz, cereza, melón, papaya, moras, panela (azucar sin refinar).
La frutas y verduras, es mejor darlas enteras o partidas por la mitad (no troceadas), y siempre deben estar frescas y libres de moho.
También hay en el mercado ciertos aperitivos compuestos de hierbas y semillas que pueden resultar muy aptos para caballos y ponis.
Yo utilizo estos alimentos como “premio” a un ejercicio bien hecho o al final de una jornada de trabajo. Considero que no es conveniente dar a cada momento alimentos, de nuestra mano, sin razón alguna, porque el caballo se puede convertir en un “pedidor” constante, incluso llegar a crear el vicio de morder.
Consejos para una buena alimentación equina
Además de lo visto anteriormente, te dejo algunas recomendaciones importantes:
- Deja pastar a tu caballo el mayor tiempo posible
- No eleves demasiado el comedero y si es posible coloca el forraje a ras del suelo
- Evita que el polvo haga daño al caballo, remojando el heno de dos a cinco minutos
- Divide el alimento diario en varias raciones pequeñas. Máximo el 0,5 % del peso corporal
- Suministra los forrajes antes de los concentrados o piensos
- Constata que el heno sea de buena calidad (verdoso, buen olor y sin moho)
- Los cambios en la dieta deben hacerse de modo gradual (7-10 días)
- Verifica los ingredientes del pienso para no repetir las dosis de vitaminas o minerales
- Calcula el alimento por su peso, no por su volumen
- Da el pienso a cada caballo individualmente
- Ejercita a tu caballo mínimo una hora después de la comida
- Contrata los servicios de un odontólogo equino al menos una vez al año
- Fíjate que no haya tallos ni granos enteros en el estiércol
- Desparasita a tu caballo según un programa planificado
Referencias bibliográficas:
- Luz Aguilar Espinosa (2008). “El caballo: características, educación y cuidados”
- Jo Bird (2004). “Cuidado natural del caballo”
- Chris Colles (2002). “Anatomía del caballo”
- Enciclopedia audiovisual “La alimentación del caballo”